TRES JÓVENES RUMBO A EL AAIÚN – Bernat, Omayma y Hady

Tres jóvenes emprenden un viaje de tres días en coche para comenzar un nuevo capítulo en sus vidas al otro lado de Marruecos: un nuevo capítulo para ellos y un nuevo lugar de intervención para el proyecto de la DDM en El Aaiún.

La fe en Dios, las buenas intenciones y la esperanza son las fuerzas que nos ayudan a abrazar el futuro, a avanzar en la senda de este proyecto que empieza y se abre ante nosotros. Conocemos y vemos los obstáculos, el camino no es siempre ligero y hay mucha ruta por recorrer. Gracias a Dios, no estamos solos: la confianza mostrada por todo el equipo de la DDM, el apoyo de nuestras familias, la comprensión entre nosotros y el buen recibimiento de la gente nos han permitido enfrentar cualquier situación y desafío. Es en estas situaciones difíciles y con esta confianza donde, a veces, nos sorprendemos de nuestra capacidad de adaptación.

“Dejar que el miedo desaparezca para que no me impida volar”, es una cita que podríamos aplicar en nuestra vida. Como jóvenes que acaban de embarcarse en la vida, el miedo que precede a cada nueva etapa de nuestra historia es inevitable, pero nunca dominante con respecto a la voluntad y la fe. Estamos orgullosos de dedicar nuestro tiempo y energía a un proyecto como este. Es un privilegio estar en un contexto y una organización que nos permiten vivir de una manera coherente con nuestros valores.

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