Experiencia de Theresa Elverfeldt Ulm, en Al Hoceima y Nador
Mi sobrina llegó el día 31 de marzo a Al Hoceima para conocer la realidad de nuestro estilo de vida como Trinitarios siendo Iglesia en Marruecos y acompañarnos en nuestro trabajo con las personas inmigrantes, las mujeres vulnerables, los discapacitados que acompañamos aquí en Al Hoceima y la atención de las hermanas Hijas de la Caridad en el hospital. Ella está cursando “Relaciones internacionales” como estudios universitarios en Madrid y tiene un especial interés por el continente africano. Su plan consistía en vivir con nosotros durante tres semanas pero a causa de la Pandemia se alargó a dos meses de estancia. Theresa también quería mejorar su nivel de la lengua española y francesa que aquí encontraba un lugar perfecto para este fin.
Empezó conocer los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca que viven en la misma casa y trabajan con jóvenes discapacitados de la región de Al Hoceima. Les acompañaba en sus salidas y en sus actividades y se quedó impresionado de su gran capacidad de cariño y sinceridad.
A través de la acogida de inmigrantes de la DDM en nuestra casa ha podido conocer y hacer amistad con algunos africanos y ha podido escuchar su historia personal y social. Muchas veces se encontraba con ellos a través del whatsapp y daba paseos con ellos. Siendo joven atraía muchos de ellos por ser una persona fuera del equipo que se acerca a ellos de una manera inocente y sin pretensiones. A través del trato con estas personas ella podía ver la grave situación que están sufriendo y lo difícil que es mejorar esta situación.
Tuvo también experiencias con las Hijas de la Caridad aquí en Al Hoceima como en Nador. En Al Hoceima veía el gran cariño que el personal del hospital tiene a las hermanas que llevan ya mas de 50 años trabajando en este lugar y conocen todo el mundo por haber atendido a mucha gente enferma.
Durante su estancia en Nador del 6 al 9 de abril ha podido tener una introducción a la manera de trabajar de los equipos de la DDM y de la casa de acogida. Estuvo un día haciendo manualidades con las mujeres que tienen sus talleres allá y luego acompaño a las hermanas en su trabajo en el hospital y en la residencia donde ellas trabajan.
Este tiempo le ha enriquecido mucho y le ha ayudado conocer y hacer amistad con personas que le han enseñado mucho de valores humanos, de valentía, de aguante y de fe. Ella dice que no ha podido hacer nada y ni ha podido dar nada pero ha recibido muchísimo en este tiempo.
Antonio Elverfeldt Ulm
Al Hoceima